EN UNA AUTOPISTA DEL ESTADO DE VIRGINIA
El periodista Vester Lee Flanagan, conocido por el nombre de Bryce Williams, se suicidó cinco horas después de supuestamente haber matado a tiros en el sur de EEUU a una reportera y un cámara que informaban en directo para una cadena local afiliada a la CBS. El supuesto asesino, que según la Policía se suicidó en una autopista del estado sureño de Virginia, estuvo empleado durante un año, hasta que fue despedido por motivos que no han trascendido, en la emisora WDBJ7, para la que trabajaban los periodistas muertos a tiros, Alison Parker y Adam Ward. En el tiroteo también resultó herida la mujer a la que entrevistaba Parker, la directora ejecutiva de una cámara de comercio local, Vicki Gardner, que se recupera en un hospital tras recibir un disparo en la parte de atrás del cuello, aunque no se teme por su vida.
El suceso se produjo alrededor de las 06.45 hora local (10.45 GMT), cuando los reporteros fallecidos hacían una entrevista en directo en la plaza Bridgewater de la población rural de Moneta, en Virginia. El presunto asesino se aproximó por detrás a los reporteros, de manera que sólo la entrevistada podría haberle visto, y les disparó, según un vídeo publicado en internet que supuestamente habría grabado el propio asesino y en el que puede verse su pistola.
En las imágenes que pudo grabar el cámara antes de ser alcanzado por las balas, se oyen unos disparos, se nota como la cámara cae al suelo y se desplaza, mientras se oyen gritos hasta que finalmente queda interrumpida la emisión. El presunto asesino habría publicado mensajes en las redes sociales Twitter y Facebook sobre el suceso minutos antes y después del mismo, aunque falta por confirmar su autenticidad, y sus cuentas fueron inmediatamente suspendidas.
Flanagan se suicidó en la autopista I-66 a su paso por el condado de Faquier, en Virginia, después de una espectacular búsqueda y persecución policial que se prolongó durante unas cinco horas y obligó a cerrar las escuelas del área y poner a la población en máxima alerta. Según dijo a la cadena televisiva CNN el director de la emisora local, Jeffrey Marks, en el medio para el que trabajaban no tenían constancia de que ninguno de los dos fallecidos hubiera recibido amenazas. Por el momento, se desconoce la conexión del sospechoso con las víctimas y el posible móvil del crimen.