MADURO DISPUESTO A REUNIRSE CON SANTOS

Se suaviza la tensión entre Maduro y Santos tras el conflicto fronterizo

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha señalado que está dispuesto a reunirse con Juan Manuel Santos para tratar el problema fronterizo, "donde él quiera, cuando quiera y como quiera", señalaba Maduro. Desde el cierre de la frontera, más de 1.000 colombianos han sido deportados y otros 4.260 han abandonado voluntariamente.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha afirmado estar dispuesto a reunirse con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, "donde él quiera, cuando quiera y como quiera" para buscar una solución a la problemática fronteriza.

"Estoy dispuesto a reunirme con el presidente Santos a hablar de estos temas donde él quiera, cuando quiera y como quiera. Él y yo, solitos, y le pongamos el cascabel al gato, presidente Santos y hagamos historia usted y yo, si usted quiere", anunció Maduro en el cierre de la marcha por el centro de Caracas en apoyo del cierre fronterizo a la que acudieron miles de personas. "Le digo presidente Santos, acomodemos nuestras agendas y llegó la hora de vernos la cara usted y yo y resolver este asunto", agregó.

Aseguró respetar a Santos "a pesar de las tensiones y las diferencias" que mantienen y le pidió "con el mayor respeto" que "no se preste a una guerra contra el pueblo de Venezuela" que, señaló, mantienen los medios colombianos en su contra.

La canciller de Colombia, María Ángela Holguín, sostuvo ayer desde Cúcuta que Santos llamó el fin de semana a Maduro y que todavía no había recibido respuesta. Maduro criticó una vez más la visita de su homólogo colombiano a la ciudad de Cúcuta el pasado miércoles, un viaje que, en su opinión, "destruyó" los acuerdos que alcanzaron las cancilleres el mismo día en Cartagena a la hora de abordar el problema fronterizo.

Santos se acercó a Cúcuta ese día y afirmó sentir la misma indignación que sus colombianos deportados por Venezuela en los últimos días. Señaló que estaba manifestando su "protesta y exigiendo a las autoridades venezolanas respeto por la dignidad de los colombianos", por las familias "que no son ningunos paramilitares".

Desde el cierre fronterizo ordenado por Maduro el miércoles de la semana pasada más de 1.000 colombianos han sido deportados y otros 4.260 han abandonado Venezuela voluntariamente. Dos días después el jefe del Ejecutivo venezolano amplió de forma indefinida este cierre del paso occidental y decretó el estado de excepción en seis municipios del fronterizo estado Táchira alegando la lucha que mantiene el Gobierno contra la inseguridad y el contrabando en la zona.

Este cierre y el tratamiento que, según los colombianos que han abandonado Venezuela, han recibido por parte de las autoridades militares de ese país ha sido criticada por la Unión de Naciones Suramericana o la Unión Europea. Colombia llamó ayer a consultas a su embajador en Venezuela, Ricardo Lozano, ante, dijo, la negativa de Caracas de permitir la entrada al defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, a ese país para tratar el tema de los deportados.

Poco después Venezuela hizo lo mismo con su embajador en Colombia, Iván Rincón, argumentando las "agresiones" causadas por el "paramilitarismo" y la "guerra económica" colombianas. Los dos países comparten una porosa frontera de 2.219 kilómetros en la que existe contrabando de todo tipo, sobre todo desde el primer país hacia el segundo, debido a los precios subvencionados por el Estado de los productos básicos venezolanos.

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