POR AMENAZAR TELEFÓNICAMENTE A LAS AUTORIDADES
Richard Dameron, de Cleveland, en Estados UnidosLlamaba continuamente al 911, el número de la Policía, y amenazaba a las autoridades. Por ello, ahora cumple una condena muy particular: después de haber pasado tres meses en la cárcel, tiene que llevar durante tres horas al día un cartel frente a la comisaría en el que se confiesa 'idiota'.
En esas líneas, Dameron pide perdón por su conducta y dice que no se volverá a repetir. El juez que ha impuesto esta condena tan peculiar ya ordenó a otra mujer cumplir una condena similar por conducir por la acera.