IRÁN
La presión internacional ha conseguido que, de momento, Shakined Astiani, condenada por adulterio en Irán no muera apedreada.
La otra opción que le espera si se libra es también terrible: la horca.
Amnistía Internacional cree que sólo una avalancha de firmas puede ayudar a Astiani y confía en que aún puedan salvarla de la lluvia de piedras.
Está sentenciada por mantener relaciones con otro hombre, años después de que su marido muriera. Ella lo niega pero los jueces ya han dado su veredicto.