TEO IBERNÓN VIAJA CON LOS REFUGIADOS SIRIOS
Es la última parada antes de entrar en la Unión Europea. Cientos de refugiados esperan dar el salto a Hungría antes de abandonar Serbia y los refugiados parece que tienen la vida en Serbia un poco más fácil. Pueden coger un taxi o un autobús, incluso hospedarse en hoteles.
Los que no tienen dinero encuentran campos de refugiados como los de ACNUR que ofrecen una mínima infraestructura: agua , comida, un techo de lona donde cobijarse y servicios médicos. El responsable campo dice que a todas horas entran y salen refugiados.
Unos a otros se pasan información. Un grupo de jóvenes sirios ya sabe que lo mejor es intentar pagar ahora a un chófer para cruzar Hungría. Les cobrarán cinco euros por persona. Algunos van tan abarrotados que es imposible ver con claridad cuántos van en cada coche.