POR 80 EUROS LA HORA
Dos emprendedores neoyorquinos sacan provecho de un solar en desuso en medio de la ciudad de Nueva York ofreciendo su alquiler a todo aquel que quiera pasar un rato agradable en un jardín tranquilo. Fuera de los humos y las prisas que invaden la ciudad de los rascacielos, es difícil encontrar un jardín tranquilo para hacer una barbacoa con unos amigos por ejemplo.
Por ochenta euros la hora, los neoyorquinos pueden disponer de este espacio privado que quizás en otros lugares del mundo no sea tan valorado como en Manhattan. "Es un lujo; si tienes un patio de tres metros cuadrados aquí, tienes algo de lo que el 90% de los vecinos carece. Este jardín es de 900 metros cuadrados", afirma un usuario.
Se trata de un verdadero oasis entre dos edificios que otorga la tranquilidad que muchos de los habitantes de Nueva York echan de menos. "Es algo con lo que muchos crecimos y a lo que tuvimos que renunciar al venirnos aquí; esto me recuerda a mi infancia", expresa otra usuaria.
Por unos ochenta euros de alquiler se puede comer al aire libre con una intimidad que incluso no la otorga ni el restaurante más lujoso de Nueva York. "Además del lugar, proporcionamos cuatro mesas de picnic, un grill, un ventilador y un aseo portátail", afirma una de las jóvenes emprendedoras.
Se trata de una verdadera iniciativa que durará poco más ya que existe un inconveniente y es que existen proyectos para edificar el solar de tal forma que los usuarios tendrán que buscar otro espacio similar y plantearse otras alternativas.