EN FLORIDA
Tommy Lopez estaba en su caseta de vigilancia de la playa de Hallendale cuando oyó gritos de ayuda dentro del agua.
Un hombre se ahogaba y él hizo lo que mejor sabe hacer, esprintar y nadar para socorrerle. No tuvo en cuenta que actuaba fuera de los límites de la playa que cubre la empresa privada que contrata a los vigilantes.
Y por salirse unas decenas de metros de esa franja le han despedido, levantando una oleada de críticas que han alcanzado nivel nacional, justo el Día de la Independencia estadounidense.
Tomy lo tiene claro: "No voy poner mi trabajo por encima de prestar auxilio, hice lo que tenía que hacer. Somos socorristas y personas, y hay que ayudar", afirma.