Cuestión de kilos
El aumento de peso se han convertido en un tema de seguridad nacional, hasta el punto de que el Pentágono prohibió las cadenas de comida rápida en las bases de Afganistán, para mantener la buena forma física.
El exceso de kilos representa un lastre para los soldados, que pierden opciones de ascenso y es una importante carga para los contribuyentes estadounidenses. Pero además, la obesidad vacía de voluntarios el ejército, porque pocos jóvenes con sobrepeso superan las pruebas.
Ante la gravedad de la situación, la marina se está planteando rebajar sus duras exigencias y aceptar a soldados que excedan los límites de grasa corporal. Una visión más realista según los altos mandos, que han comprobado cómo sus reclutas pesan 17 kilos más que los de la guerra de secesión.
Para evitar quedarse sin efectivos, el ejército también suavizará las duras pruebas físicas a las que hasta ahora se enfrentan los marines. Hoy la obesidad es el principal motivo de despido en el cuerpo.