ATRAPADO EN MOSCÚ
El exagente de la la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, perseguido por Estados Unidos, ha anunciado su deseo de pedir asilo político en Rusia para quedarse en este país hasta que pueda viajar a América Latina, donde varios países como Venezuela o Bolivia, le han ofrecido ese estatus.
"Sí, ha pedido asilo en Rusia. Quiere quedarse aquí (en Rusia) hasta que pueda volar a América Latina", reveló la vicedirectora de la ONG Human Rights Watch (HRW), Tatiana Lókshina, a la agencia Interfax, desde la reunión que mantiene, junto a otros activistas, con el fugitivo en la terminal de tránsito del aeropuerto Sheremétievo de Moscú.
Lókshina precisó que Snowden, atrapado en Moscú al no tener documentos de viaje y bajo la amenaza de ser detenido en cualquier parte del mundo por la campaña de persecución instigada por Washington tras revelar una masiva red de espionaje, pidió ayuda a los activistas para obtener asilo político en Rusia. La representante de HRW acudió con otros doce activistas de derechos humanos y destacados abogados a la cita que convocó el propio Snowden en la terminal de tránsito del aeropuerto moscovita.
Ante el anuncio del refugiado, Dmitri Peskov, el portavoz del presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido que Snowden "podría quedarse hipotéticamente en Rusia si (...) renuncia totalmente a cualquier actividad que perjudique los intereses de nuestros socios estadounidenses y a las relaciones" de Rusia con Estados Unidos". Peskov agregó, no obstante, que el Kremlin todavía no tiene confirmación oficial de que el joven estadounidense haya pedido asilo.
El exagente de la CIA ha denunciado que tanto Estados Unidos como los países europeos están actuando en contra de la ley, al impedirle viajar. Snowden ha asegurado igualmente que "ninguna acción que ha emprendido o que planea emprender buscan perjudicar a Estados Unidos".
Edward Snowden se encuentra en el aeropuerto moscovita desde el pasado 23 de junio, cuando llegó procedente de Hong Kong. Estados Unidos quiere detenerle por sus revelaciones sobre varios programas de vigilancia de las agencias de seguridad, no solo a estadounidenses sino también a las instituciones europeas y a ciudadanos de otros países.