Italia
Investigan a unos 50 restaurantes de Roma por el uso de un aceite de semillas adulterado, mezclado con betacaroteno y clorofila.
Un gran riesgo para la salud. Así califican los medios italianos la temeridad que se ha estado cometiendo en unos 50 restaurantes de Roma.
La gran mayoría de los locales, ubicados en zonas céntricas de la capital y que reciben al día miles de turistas, ya han sido inspeccionados por la unidad sanitaria. Por su parte, los establecimientos han reconocido en diversos medios de comunicación que usaban el aceite adulterado, que es visualmente idéntico al de oliva virgen extra, pero que en realidad no se trataba del producto original.
Con sustancias dañinas para la salud, se vendía a 3 euros el litro, un precio desproporcionadamente inferior al del aceite de oliva virgen extra. Su distribución se hacía a través de quintales y se repartía en furgonetas a más de 50 restaurantes de Roma.
El contenido del aceite se elabora con semillas de baja calidad y de origen “desconocido”. Se le añadía betacaroteno, un pigmento orgánico de color rojo anaranjado intenso en las plantas y las frutas para simular el sabor, y clorofila, un compuesto que se encuentra principalmente en las plantas, para obtener el característico color dorado del aceite de oliva virgen extra. Después, el aceite se etiquetaba como “Aceite de oliva hecho en Italia”.
La inspección empezó con el seguimiento de las ventas de un productor de la región de Apulia, al sur de Italia, que comercializaba con el aceite de forma clandestina y continúa poniendo el foco de la investigación en los restaurantes, muchos de ellos ubicados en zonas como La Fontana Di Trevi y el popular barrio del Trastevere, que, según ellos, “no son ingenuos” sino “compradores conscientes” de este producto falsificado.