Guerra ruso-ucraniana
Las últimas horas han dejado nuevos bombardeos rusos en Kiev y Mykolaiv, incluyendo ataques con drones kamikazes. Se han producido hasta seis explosiones en la capital de Ucrania.
Ucrania ya se ha acostumbrado al horror de las sirenas antiaéreas a diario. En las últimas horas, Kiev y Mykolaiv se han convertido en el objetivo de los nuevos ataques rusos, realizados con drones kamikazes. La capital ucraniana ha sufrido al menos seis explosiones en las últimas horas, por lo que el Gobierno liderado por Volodímir Zelenski ha solicitado a la población que acuda a los refugios, al menos hasta que se tengan garantías de que los ataques han cesado momentáneamente.
El país sigue sumergido en una profunda crisis, a pesar de los continuos avances en el este del país. Rusia se repliega y, ante la incapacidad de sus tropas para conseguir recuperar el territorio perdido, el Kremlin trata de vengarse lanzando bombas sobre la población civil y las infraestructuras energéticas. El objetivo ruso es arrebatar toda fuente energética a Ucrania, e impedir que pueda utilizarla siempre y cuando sea para su uso en la guerra ruso-ucraniana.
Hay que tener en cuenta que Ucrania es uno de los mayores de productores de energía del mundo, muy especialmente en Europa del Este, y que cuenta con la mayor central nuclear del continente, en Zaporiyia. Sin embargo, Rusia no quiere perder su hegemonía mundial y busca seguir siendo el principal proveedor energético de Europa, por lo que su mayor solución en este momento consiste en encarecer los precios, quitarse toda competencia de en medio, y más aún si es sobre el país que Putin considera su mayor enemigo.
Aumentan las bajas entre los soldados rusos
Los bombardeos de las últimas horas en Kiev y Mykolaiv no tapan lo que es ya un auténtico coladero entre las filas del Ejército ruso, cuyas bajas podrían ascender hasta los 65.000 hombres, según el Ejército ucraniano. Por su parte, las tropas de Zelenski podrían haber llegado a perder aproximadamente 15.000 soldados, aunque las cifras varían en función de uno u otro bando. La ONU se remite a indicar el número de civiles cuyo fallecimiento está oficialmente confirmado por el organismo.
Este fin de semana, hemos conocido que el número de niños fallecidos en el conflicto ya supera los 400. Por otro lado, el número de civiles muertos en la guerra sigue siendo una incógnita. Aunque se estima que más de 2.000 personas ya han perdido la vida oficialmente, aún falta por conocerse el número de víctimas encontradas en las fosas comunes, así como quienes han sido asesinados en plena calle y sus cadáveres no han sido encontrados todavía por ninguno de los dos ejércitos.