Coruña
En el hospital coruñés Teresa Herrera se enfrentan a situaciones críticas que podrían darse durante el parto echando mano de un muñeco capaz de quejarse o hiperventilar.
"Me duele, me duele", es lo primero que escuchamos al entrar a la habitación de Simona. El maniquí yace acostado en la cama y a su alrededor varios médicos buscan cómo enfrentarse a un parto de nalgas. "Nos ayuda mucho que pueda hablar o quejarse porque así sabemos si estamos haciendo algo mal o no", comenta una de las residentes.
Simuladores avanzados para urgencias reales
En el hospital Teresa Herrera de A Coruña cuentan con Simona para simular situaciones de riesgo a las que se podrían enfrentar a lo largo de su carrera. El maniquí sangra, hiperventila y también da a luz. "Desde que lo usamos hemos notado que el aprendizaje es mucho más rápido porque es gráfico y parece que estamos ante un caso real", comenta Ruth Llano, médico encargada hoy de impartir la clase.
En un aula contigua, conectada por un cristal con la habitación en la que está Simona dando a luz, se encuentra otro profesional médico encargado de dar voz al maniquí. "Si se están equivocando en el procedimiento lo que debo hacer es comunicárselo, cómo, quejándome", explica.
Un modo de aprender a enfrentarse a problemas reales con una paciente lo más semejante posible a la vida misma.