Rusia
Los altos cargos de la élite en Rusia siguen muriendo misteriosamente. Ahora, es el antiguo jefe del Instituto de Aviación de Moscú quien ha muerto tras caer de forma inexplicable por las escaleras.
Poco a poco, Rusia ha pasado de convertirse en una democracia libre tras la extinción de la Unión Soviética, a ser un Estado sometido a un férreo control que viene de la mano de Vladímir Putin, presidente del país desde el 31 de diciembre de 1999. Los únicos años que no gobernó Putin desde entonces (de 2008 a 2012), lo hizo Dmitri Medvédev, uno de sus asesores más cercanos, que luego le devolvió la nominación para volver a ser candidato, ganando otra vez la presidencia.
Desde entonces, Rusia ha dado pequeños pasos hasta convertirse en un Estado que roza lo totalitario, y donde las opiniones contrarias a Vladímir Putin llevan a la misteriosa muerte de muchos de los disidentes. El último y misterioso caso ha sido el el antiguo jefe del Instituto de Aviación de Moscú, que ha muerto tras caer de forma misteriosa por las escaleras. Anatoly Nikolaevich Gerashchenko, de 72 años, era asesor del Kremlin desde hace varios años.
No se conoce si tenía opiniones contrarias a la guerra de Ucrania, pero el hecho de que haya perdido la vida este pasado miércoles, justo cuando Putin anunció la movilización parcial general, ha aumentado las sospechas sobre un posible asesinato planeado. El Instituto de Aviación de Moscú, que él dirigió durante varios años, ha emitido un comunicado lamentando su pérdida: "El personal del Instituto de Aviación de Moscú expresa sus condolencias a la familia y amigos de Anatoly Nikolaevich. Esta es una pérdida colosal para el MAI y la comunidad científica y pedagógica".
Altos cargos rusos muertos en extrañas circunstancias
La muerte de Gerashchenko es la última de muchas personas que, o bien han discrepado de las posturas de Vladímir Putin, o eran miembros de su círculo más cercano. Las muertes misteriosas se acumulan sin explicación aparente, habiendo sido los dos últimos un antiguo director de una petrolera que cayó por la ventana del hospital en el que estaba ingresado, y otro que se precipitó por la borda del barco en el que navegaba. Estos dos fallecidos sí que eran críticos con la invasión de Ucrania.
La Unión Europea, junto a numerosos organismos internacionales, ha cargado duramente contra Vladímir Putin, alegando que viola constantemente los derechos humanos y que ha cercenado por completo la libertad de expresión en Rusia. Los opositores al régimen que aún no han muerto están encarcelados o desaparecidos. Uno de los casos más emblemáticos es el del opositor Alexéi Navalni, encarcelado tras volver de Alemania, donde se recuperó de un intento de envenenamiento.
En Rusia, ya es casi un delito el poder opinar libremente, si la opinión no coincide con la versión oficial del Kremlin. La influencia de Rusia a nivel internacional sigue cayendo en picado, y el descontento de la población es cada vez más grande, como ha ocurrido este pasado miércoles, con más de un millar de personas detenidas a lo largo de todo el país por manifestarse contra la guerra y por la orden de servir en las filas del Ejército.
¿Qué va a ocurrir en el futuro de la guerra en Ucrania?
Los planes de Rusia para lograr invadir Ucrania por completo no decaen cuando ya están a punto de cumplirse siete meses desde el inicio de la guerra. En los últimos días, los rusos han sufrido un grave retroceso que puede perjudicarles inmensamente de cara al desenlace del conflicto. Por si fuera poco, Putin ya no puede controlar a la totalidad de su país, parte de la cual ha mostrado su indignación por los planes de movilizar a los reservistas y llevarlos al frente.
Con todos estos frentes abiertos, ya se buscan salidas al futuro de la guerra, tanto por parte de Rusia como de Ucrania. La diferencia está en que Rusia está dispuesta a someter a toda su población hasta que se consigan sus objetivos y manda un mensaje de muerte y destrucción si pierde la guerra. Así lo ha expresado el principal ideólogo de Putin, Aleksandr Dugin, cuya hija fue asesinada con un explosivo en su coche a finales del pasado mes de agosto.
Según indica Dugin, solamente hay tres opciones: la primera, que es la que peor valora, pasa por que Rusia entregue a Ucrania los territorios y se retire del frente. La segunda, la que más temor causa, pasa por un 'apocalipsis nuclear', en el cual Putin trate de someter al mundo a sus designios con armas de destrucción masiva. El tercero, según indica, sería "una guerra santa", en la que Rusia pasaría a convertirse en el principal valedor de la seguridad Europa, invadiéndola en un escenario similar al que intentó Adolf Hitler en la II Guerra Mundial.