SE HA DRENADO LA CUEVA
Los equipos de rescate, apoyados por militares, policías y expertos internacionales, continúan con la búsqueda de 12 niños, que forman parte de un equipo de fútbol, y su entrenador desaparecidos hace hoy una semana en una cueva del norte de Tailandia.
Bicicletas, calzado y otros enseres de los desaparecidos fueron encontrados el pasado sábado en la entrada de la gruta por un grupo de oficiales del parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en la provincia de Chiang Rai. Los guardabosques, tras una primera exploración en la que se internaron unos 3 kilómetros en la guarida, dieron la voz de alarma ese día para activar un operativo en el que han participado hasta la fecha unos 1.300 efectivos, entre ellos buzos y experimentados espeleólogos del Reino Unido.
La cueva, de unos 10 kilómetros de largo, está parcialmente inundada a raíz del temporal de lluvia que azota la región. La portavoz de los equipos de emergencia, Ruetaiwan Patisen, aseguró que las galerías que están "inundadas" habrían impedido salir a los atrapados.
Los equipos han utilizado unas 20 bombas de extracción para reducir el nivel del agua en las partes inundadas de la cueva, donde aún no han localizado a los menores -con edades comprendidas entre los 11 y los 16 años- y al adulto -de 25 años-.
Otros equipos buscan accesos alternativos a la gruta para alcanzar una isleta que se halla en profundidades y donde se depositan las esperanzas de supervivencia de los desaparecidos. Las autoridades lanzaron el viernes desde las cavidades encontradas paquetes con comida y otros efectos de emergencia con el objetivo de que sean encontrados por los niños y el adulto. Los equipos de emergencias también han realizado simulacros para el traslado de las víctimas, en caso de que sean encontradas con vida.
El primer ministro de Tailandia, el general Prayut Chan-ocha, se trasladó a la zona para dar ánimos a las familias de los desaparecidos y a los miembros de los equipos de rescate desplegados. Grupos de monjes budistas también han organizado ceremonias religiosas en la entrada de la cueva, y otras partes a lo largo del país, en las que se pronunciaron plegarias con la esperanza de que sean rescatadas las 13 personas.