NO ES LA PRIMERA VEZ
Al menos siete policías afganos han muerto este jueves tras ser tiroteados en su puesto de control en la localidad de Greshk, ubicada en la provincia de Helmand al sur de Afganistán.
Los policías fallecidos habría ingerido presuntamente una bebida envenenada que les dejó inconscientes. Momento que sus verdugos aprovecharon para tirotearles.
Fuentes de seguridad han revelado que los agentes cayeron inconscientes tras ingerir una bebida y que fueron masacrados a una corta distancia.
Según estas mismas fuentes la bebida pudo ser facilitada por residentes de la zona. Lo todavía no han confirmado es si se trata de algún tipo de veneno o de una bebida rural que induce el sueño.
Los talibanes han reclamado la autoría del ataque y su portavoz Qari Yusaf Ahmadi ha asegurado que todos ellos fueron envenenados y que les robaron las armas tras asesinarles.
En octubre de 2012, seis policías murieron en su puesto de control de esta misma localidad después de ingerir comida envenenada preparada por un cocinero que se había aliado con los talibanes para llevar a cabo el ataque.