EN WASHINGTON
El césped del Capitolio de EEUU muestra una imagen inusual. Siete mil pares de zapatos lo cubren como homenaje a cada uno de los niños asesinados con armas de fuego en los últimos seis años en EEUU.
Algunos de esos zapatos, con lo que se pide el control de armas en el país, pertenecían realmente a las víctimas. Supervivientes, familiares y voluntarios han exigido de nuevo a los políticos que endurezcan las leyes que regulan la tenencia de armas.
Lo mismo harán los estudiantes, que interrumpirán sus clases durante 17 minutos en recuerdo de los 17 muertos en el instituto de secundaria de Florida.