Imnigrantes
Rodeados por un muro de cinco metros, en habitaciones de 12 metros cuadrados compartidas por cuatro personas y vigilados en todo momento por cámaras de seguridad, así son las celdas para inmigrantes.
Este miércoles han llegado a Albania los 16 migrantes deportados por Italia. Concretamente, diez bengalíes y seis egipcios. Al bajar del barco en el que viajaban, han sido conducidos directamente al centro de acogida construido frente al puerto. Una estancia a la que pasarán después de ser identificados y pasar un examen médico.
Rodeados por un muro de cinco metros de altura, unas cámaras de seguridad vigilarán sus movimientos. Dentro del centro, los migrantes convivirán en celdas con literas para cuatro personas, con un armario pequeño y una mesa con cuatro sillas. La estancia máxima que podrán pasar en ella será de 28 días hasta que se decida si deben ser expulsados o no. Una medida interpuesta por Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia, a la que Úrsula Von der Leyen ha dado el visto bueno y la ha propuesto a los 27.
Los dos centros habilitados en Albania pueden albergar hasta 3.000 personas. Las casas prefabricadas son de doce metros cuadrados cada una y en ella podrán presentar su solicitud de asilo como si estuvieran en Italia, pero en el caso de que no prospere, serán ubicados, durante 6 meses, en unas celdas con barrotes, donde serán vigilados por la policía italiana. Meloni afirma que esta medida "es un camino nuevo, valiente y sin precedentes".
Este acuerdo durará cinco años, pero ya trae consigo las primeras protestas. "Están siendo llevados a esas cárceles y retenidos contra la ley europea y sus derechos humanos", clama, Arilda Llevista, activista. Mientras, las ONG denuncian que los métodos de Meloni se van a traducir en más vulneración de los derechos fundamentales.
En los último datos se reflejan que menos de un tercio de los migrantes con órdenes de retorno volvieron a sus países. Es decir, de las 95.115 órdenes de retorno, solo 5.285 fueron realizadas. Francia, Alemania y Suecia fueron los países que más deportaciones realizaron. Sin embargo, España no tendría datos disponibles, según Eurostat.
Uno de sus pilares fundamentales del modelo Meloni es la inversión económica en países emisores de migrantes, como Túnez y Libia. Esta iniciativa ha canalizado 5.500 millones de euros hacia estos países, con parte de los fondos provenientes de la Unión Europea. Este 'Plan Marshall' busca mejorar las condiciones en los países emisores de migrantes en sectores clave como educación, sanidad, energía y agricultura.
En este controvertido modelo italiano ya se aplicaba el acuerdo con Albania para establecer dos campos de acogida, con una capacidad para 36.000 personas al año, a cambio de 700 millones de euros. Este acuerdo permite a Italia trasladar a los migrantes rescatados en el mar a territorio albanés, una medida muy criticada por parte de organizaciones de derechos humanos.
Además, ha implementado políticas que dificultan la labor de las ONG que realizan rescates en el Mediterráneo. Estas medidas incluyen la asignación de puertos lejanos para el desembarco de migrantes, lo que ha generado tensiones con organizaciones de ayuda humanitaria.
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