Corea del Norte
Seúl informa de que el líder norcoreano "está sano" tras someterse a régimen después de haber alcanzado los 140 kilos de peso y descarta que las últimas apariciones públicas del dictador las haya hecho un doble.
Los servicios de inteligencia surcoreanos han informado este viernes de que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, está "en buen estado de salud" tras someterse a régimen y perder peso después de haber alcanzado los 140 kilos de peso.
En concreto, el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) de Corea del Sur indican que Kim Jong-un "ha perdido 20 kilos" al tiempo que rechazan de plano los rumores de Estados Unidos que apuntaban a que el líder del régimen norcoreano había sido sustituido por un doble en sus últimas apariciones públicas y que se encontraba en paradero desconocido.
La salud del dictador, sobre todo su peso corporal, es un tema debatido de forma recurrente. Su padre y su abuelo padecieron problemas cardiovasculares y el entorno de Kim siempre ha temido -según la versión de Seúl- una muerte repentina del jefe del país, pese a que solo cuenta con 37 años.
La muerte del dictador dejaría un vacía de poder repentino en el régimen.
Plutonio para armas nucleares
Durante la sesión del comité de este viernes, el NIS también ha apuntado a la posibilidad de que Corea del Norte haya reprocesado barras de combustible gastado para obtener plutonio para armas nucleares, según ha explicado el parlamentario surcoreano Kim Byung-kee en declaraciones que recoge la agencia Yonhap y de las que se ha hecho eco Efe.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ya advirtió en verano sobre la actividad en el Centro de Investigación Nuclear de Yongbyon (unos 100 kilómetros al norte de Pionyang) que apuntaba hacia la reactivación de su reactor de 5 megavatios.
La inteligencia surcoreana ha apuntado también que se han retirado los retratos de su padre y abuelo, Kim Jong-il y Kim Il-sung, en las reuniones presididas por el joven líder, al menos en las que viene retratando la propaganda estatal, lo que indica voluntad de alejar a Kim del legado de sus antecesores.