Estados Unidos
La madre señaló que le recomendaron que interrumpiera el embarazo ya que padecían una enfermedad poco común.
Unos gemelos siameses de solo un año acaban de empezar una nueva vida. Después de ocho horas de operación con más de 20 especialistas, sus padres han podido abrazar, por primera vez, a cada uno por separado. Amari y Javar compartían parte de su esternón, diafragma, pared abdominal e hígado pesaban un total de 2,7 kilos.
Con aplausos abandonaban el hospital en el que llevaban 10 meses preparándose para la compleja operación. Nacieron el 29 de septiembre de 2023. Es un final feliz para esta historia que nos llega de Filadelfia, Estados Unidos.
Un equipo de más de una veintena de especialistas, incluidos cirujanos, anestesiólogos, radiólogos y enfermeros operaron durante ocho horas para separar a los siameses. Sus abdómenes fueron cerrados y reconstruidos utilizando capas de malla y técnicas de cirugía plástica. Ya están en casa con sus padres.
"Verlos a cada uno en su propia cama fue una sensación indescriptible", comentó su madre en declaraciones recogidas por AP después de que abandonaran el Hospital de Niños de Filadelfia (CHOP). "Se siente como si estuviéramos comenzando un nuevo viaje como una familia de seis. Estamos muy agradecidos a CHOP por ayudarnos a hacer posible este día y permitirnos comenzar este nuevo capítulo", agregaba.
La familia se enteró de que estos gemelos estaban unidos mediante una ecografía de rutina realizada a las 12 semanas de embarazo. La madre señaló que le recomendaron que interrumpiera el embarazo. Pidieron una segunda opinión y el hospital les dijo que, aunque los niños padecían una enfermedad poco común, podían separarse sin problemas.
Los siameses se dan aproximadamente en uno de cada 35.000 a 80.000 nacimientos. El hospital en el que se ha realizado la exitosa intervención es uno de los pocos en Estados Unidos con experiencia en separarlos.
La madre de un bebé de un año de vida pidió ayuda en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil en Corella, Navarra, a un agente fuera de servicio porque su hijo no respiraba, estaba inconsciente y sin pulso.
Fue entonces cuando uno de los agentes, que se encontraba fuera de servicio, se percató de que una mujer pedía auxilio desesperadamente porque su bebé de un año no respondía a ningún estímulo, según informa en un comunicado la Benemérita. Los agentes avisaron a los servicios sanitarios mientras practicaban la reanimación cardiopulmonar (RCP) al bebé, una técnica para útil en situaciones de emergencia. Lograron salvar su vida.
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