EN ESTADOS UNIDOS
Cuando Christopher Precopia, de 21 años, se reunió con un reclutador para alistarse en el Ejército de Estados Unidos en octubre fue rechazado debido a la violenta ofensa por la que había sido acusado el año pasado.
Precopia, del condado de Williamson, en Texas, fue arrestado el 22 de septiembre de 2017, después de que su exnovia denunciara ante la policía que había irrumpido en su casa y la había agredido con un cúter. Pero había un problema: el acusado no lo hizo.
En declaraciones orales y escritas a la policía, su acusadora detalló cómo Precopia había entrado a la fuerza en su casa, empujándola al suelo antes de darle un puñetazo en la cara y rebanarle con el cúter.
Sin embargo, cuando se le detuvo, a él se le dio la mínima información, según su abogado defensor Rick Flores. Cuando Precopia le preguntó a la Policía por qué estaba siendo arrestado, Flores señala que la policía le dijo a su cliente: "No actúes como si no lo supieras". Además, cuando la Policía dijo que tenía una orden de arresto en el condado de Bell, Flores explica que la respuesta de Precopia fue: "¿Dónde está el condado de Bell?".
"Esperaba no despertarme para alejarme de ello"
Fue acusado de robo de una vivienda con la intención de cometer otros delitos, un delito grave que conlleva la posibilidad de cadena perpetua. "No tenía idea de quién me acusaba de esto; no tenía idea de por qué estaba pasando todo", explica Precopia a la cadena de televisión KVUE, y añade: "Constantemente tenía miedo de lo que podría pasar al día siguiente y esperaba no despertarme para alejarme de ello".
Después de pasar más de un día en la cárcel, los padres de Precopia pidieron préstamos para pagar su fianza de 150.000 dólares y pagarle un abogado para probar que su hijo era inocente. Mientras la familia de Precopia trabajaba para limpiar su nombre, su madre, Erin, se dio cuenta de que ella poseía una prueba que podría exonerarlo: un selfie realizado a las 7:02 de la tarde el 20 de septiembre de 2017, en el Renaissance Austin Hotel.
Su acusadora había denunciado que fue atacada por Precopia a las 7:20 de la tarde ese mismo día en su casa del condado de Bell, a casi 112 kilómetros de distancia. Las torres de telefonía móvil también ayudaron a determinar la ubicación real de Precopia, según recoge 'The Washington Post'.
"Fue muy afortunado de que ella escogiera esa fecha y hora para la que él tenía una coartada sólida como una roca", expone su abogado. Si su acusador hubiera afirmado que el ataque se había producido el día anterior o posterior, dice Flores, la única excusa de su cliente habría sido que estaba sentado en casa viendo la televisión, una coartada mucho menos convincente.
El cargo fue retirado el 21 de junio después de que Flores llevara las pruebas a la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Bell. "Pudimos corroborar la base de lo que se nos presentó, y a su debido tiempo, determinamos que la acción apropiada era desestimar el cargo, y eso es lo que procedimos a hacer", ha señalado el Fiscal de Distrito del Condado de Bell Henry Garza en una entrevista el jueves. Sin embargo, como le ocurrió con el reclutador del Ejército, la acusación quedará grabada en el historial del joven inocente para siempre.
Garza agregaba que la Oficina del Fiscal del Condado de Bell determinará en última instancia si se formularán cargos contra el acusador de Precopia por hacer una denuncia falsa.