BRASIL
El incendio ha destruido parte de las instalaciones y de los camiones cisterna que estaban estacionados en el patio de la Refinería de Manguinhos, en la zona norte de Río de Janeiro, no ha producido víctimas y ha sido controlado.
La operadora de la refinería, de capital privado, ha comunicado que ninguna persona ha quedado herida o quemada en el incidente gracias a que los trabajadores que estaban en el área afectada la han abandonado a tiempo. El fuego se ha limitado al área en que los camiones cisternas descargan el petróleo bruto y no ha afectado a ninguno de los gigantescos tanques de combustibles, ni a las tuberías de la instalación o la propia planta de refino.
El incendio, cuyas causas se desconocen, se controló dos horas después de su surgimiento, período en que la alcaldía ha tenido que restringir el tránsito en gran parte de las vías cercanas a la instalación industrial.
Además de combatir el fuego en el área afectada, los bomberos también han utilizado sus mangueras para enfriar los tanques e impedir que el incendio se extendiese a las áreas de almacenaje de combustibles.
Según el Cuerpo de Bomberos, el fuego comenzó en uno de los camiones cisterna que descargaba combustibles en el patio de la refinería y destruyó los seis vehículos de transporte del combustible que estaban en el estacionamiento.
Una gigantesca humareda negra, generada por la quema de materiales inflamables, ha sido vista desde varios barrios de la zona norte de Río de Janeiro. Algunos de los habitantes de las barriadas y favelas que quedan en el entorno de la instalación industrial han abandonado sus viviendas por recomendación de los bomberos, poco después han vuelto a ser autorizados para regresar.
La refinería de Manguinhos, de propiedad de pequeños grupos empresariales brasileños, es una de las dos privadas que operan en Brasil, en donde el refino es prácticamente un monopolio de la estatal Petrobras. La empresa, que opera hace cerca de 60 años y actualmente se especializa en la producción de gasolina, es de pequeña dimensión y su capacidad es de cerca de 45 millones de litros de gasolina por mes. La refinería se acogió hace dos años a la ley de quiebras por sus problemas financieros y la Justicia aprobó un proyecto de reestructuración que le ha permitido atraer nuevas inversiones para modernizar sus instalaciones.