En Portugal
El 25 de abril de 1974 los portugueses acabaron con la dictadura de Marcelo Caetano.
No hubo violencia, ni siquiera gritos, la revolución de los claveles comenzó con una canción a la que la siguieron flores y abrazos.
Fue un levantamiento pacífico sin precedentes que cambió la historia de Europa.
En un país pequeño, hastiado de la dictadura y embarcado en guerras coloniales que minaban a una generación, un conjunto de militares progresistas creó en el Movimiento de las Fuerzas Armadas, que lideró el golpe.
La revolución fue llevada a cabo por un grupo de capitanes que una noche, y sin violencia, tumbó la dictadura, a esta, le siguió el "verano caliente" de 1975, cuando Portugal estuvo a un paso de caer en el abismo de la guerra civil por las diferencias entre el movimiento de las fuerzas armadas y la izquierda radical.
Lisboa se convirtió en la capital del espionaje, todo el mundo estaba pendiente de este pequeño país. "Todos enviaron fuerzas a Portugal", asegura Vasco Lourenço, presidente de la Asociación 25 de abril.
"Somos tiernos y poco intensos, al contrario que los españoles, nuestros absolutos contrarios, que son apasionados y fríos", apuntaba el poeta Fernando Pessoa