DURANTE LA RECIENTE OLA DE VIOLENCIA
La comisaria adjunta de la Policía Metropolitana, Lynne Owens, ha explicado ante una comisión parlamentaria que las autoridades analizaron una cantidad de información "abrumadora" procedente de chats y redes sociales durante la pasada semana y que parte de estos datos resultaron vitales.
El sistema de mensajería instantánea de Blackberry ha ganado popularidad entre los jóvenes y se ha convertido en un sistema privado y seguro de comunicación, lo que aparentemente fue utilizado durante la ola de violencia para convocar nuevas concentraciones.
Gracias a investigar éste y otros sistemas, "fuimos capaces de asegurar varios lugares y no se produjeron daños", ha explicado Owens citando como ejemplos lugares dispuestos para los futuros Juegos Olímpicos, Oxford Street o centros comerciales Westfields.
El jefe interino de Scotland Yard, Tim Godwin, ha señalado que el lunes de la semana pasada, con los disturbios extendidos por gran parte de Londres, la Policía recibía información de Inteligencia sobre esta crisis cada segundo.
Gran parte de esta información era "obviamente equivocada" o incluso "tonta", lo que llevó a las fuerzas de seguridad a plantearse incluso si no convendría más cerrar temporalmente las redes sociales.
"Lo contemplamos, lo contemplé, pedir a las autoridades que las apagasen", ha admitido, para después aclarar que "la legalidad de eso es muy cuestionable" y, además, la información que han proporcionado ha resultado ser "muy útil".
Godwin también tuvo que responder durante su comparecencia a las supuestas discrepancias entre el Gobierno y la Policía acerca de la respuesta a los disturbios y, en este sentido, ha aclarado que estas diferencias se habían "exagerado", ya que tanto el primer ministro, David Cameron, como la ministra del Interior, Theresa May, habían sido "muy colaboradores".