CAPITÁN DEL BARCO QUE NAUFRAGÓ EN 2012 EN ITALIA
El excapitan, único imputado de este proceso, pronunció un alegato final espontáneo, en el que no pudo contener las lágrimas. "Quiero decir, quizá no he sido comprendido, que el 13 de enero del 2012 en parte también morí yo. Desde el 16 de enero ha sido ofrecida mi cabeza con la equivocada convicción de salvar intereses económicos", afirmó visiblemente emocionado.
Schettino dijo que es difícil definir como "vida" lo que está pasando y se dirigió a los medios de comunicación que, según él, "han caído en la trampa -si bien no todos- y han distorsionado la realidad de los hechos". "He vivido en un circo mediático, es difícil definir como vida lo que yo estoy viviendo. La realidad ha sido distorsionada, alterada en sustancia y forma. Se ha ofrecido una imagen de mí al público que no es real", criticó. Y prosiguió: "Se ha dicho que no he tenido sensibilidad por no haber pedido perdón a las víctimas, y tampoco esto corresponde a la realidad.
El dolor no tiene por qué ser exhibido, no lo he hecho porque el dolor demostrado puede ser instrumentalizado". Tres años después del naufragio del buque italiano, el caso Concordia está visto para sentencia y, según medios locales, se espera que la Justicia dicte su fallo en las próximas horas.
El Costa Concordia naufragó la noche del 13 de enero de 2012 cuando el crucero, en el que viajaban 4.229 personas, encalló frente a la isla toscana del Giglio (centro de Italia) En el suceso 32 personas perdieron la vida y 64 resultaron heridas. Además, durante las tareas de reflote de la nave, que fue posteriormente trasladada al puerto de Génova (noroeste de Italia) para su demolición, perdió la vida un submarinista español en febrero de 2014.