tras la conversación entre israel y jerusalén
Las principales iglesias cristianas de Jerusalén anunciaron que reabrirán este miércoles el Santo Sepulcro, el lugar más sagrado del cristianismo, tras haber permanecido cerrado durante tres días por disputas legales y fiscales con las autoridades israelíes. "La Iglesia del Santo Sepulcro, el lugar de la crucifixión y resurrección del Señor, reabrirá a los peregrinos mañana, 28 de febrero, a las 4 de la madrugada", se informó en un comunicado firmado por el patriarca greco-ortodoxo, Theophilos III; el custodio católico de Tierra Santa, Francesco Patton, y el patriarca armenio, Nourhan Manougian, máximos responsables del lugar.
La decisión tiene lugar pocas horas después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijese haber acordado con el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, "establecer un equipo profesional (...) con la participación de todas las partes relevantes, para formular una solución para el asunto de los impuestos municipales sobre propiedades de la iglesia que no son centros de culto". En el mismo anunció que se suspendían "las acciones de recaudación" que habían comenzado en las últimas semanas y la revisión de una propuesta de ley a debate en el Parlamento (Knéset) que permitiría expropiar retroactivamente tierras vendidas por las iglesias a empresas o civiles.
Mientras se examina esta propuesta, "toda actividad legislativa quedará suspendida", aseveró la nota. "Tras la constructiva intervención del primer ministro, las iglesias esperan tratar con todos aquellos que aman Jerusalén para garantizar que nuestra Ciudad Santa, donde nuestra presencia cristiana continúa enfrentándose a retos, continúe siendo un lugar done las religiones monoteístas vivan y prosperen juntas", respondieron los tres líderes cristianos en su nota.
Los mismos firmaron el domingo un durísimo y poco habitual comunicado, en el que ordenaron el cierre de la iglesia y denunciaron un "ataque contra la presencia cristiana en Tierra Santa". La decisión tuvo lugar después de que la Municipalidad ordenase congelar cuentas bancarias de las iglesias, a las que acusa del impago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), del que estaban exentas históricamente que ahora se ha ordenado aplicar sobre los bienes no utilizados para el culto, como hoteles, casas de peregrinos o salones.
Durante tres días, fieles locales y de todo el mundo se han acercado hasta las puertas cerradas a cal y canto de la iglesia. Esta tarde unos 250 fieles, portando una cruz, recorrieron el barrio cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la parte ocupada de la ciudad, en una marcha de protesta que concluyó en la explanada ante la que se alza la basílica.
"Venir aquí y no poder rezar... Es el día más triste de mi vida (...) Nunca me he sentido tan avergonzada de Israel, de ver los derechos de la Iglesia, la iglesia madre de Jerusalén, secuestrados y vencidos de esta manera", dijo una jerosolimitana que los acompañaba, hija de una madre cuya familia cumple cinco generaciones en la Ciudad Santa y de un padre católico superviviente del Holocausto. Un turista de Corea del Sur mostraba su desconcierto por no poder entrar en la iglesia, después de hacer "un camino muy largo solo para verla".