LA CAPITAL MUNDIAL DEL CARNAVAL CALIENTA MOTORES
Movimientos estratosféricos, pies a la velocidad del rayo y música sin fin, es lo que caracteriza el precarnaval de Río de Janeiro.
Para los miles de espectadores que llenan el sambódromo, ésta es sólo la fiesta, antes de la fiesta. Pero, para los que ensayan en la pasarela, supone más que eso.
‘Sirve para poder preparar la organización, la coordinación, el canto, el día del desfile tiene que ser impecable, perfecto’. ‘Hay mucha producción, mucho maquillaje, disfraz y zamba, mucha alegría’. Dicen las reinas del carnaval.
Salvo la ropa de la mayoría, todavía de batalla, y las carrozas que son solo de figuración, el resto adelanta lo que se verá desde el próximo viernes. No hay que olvidar que el carnaval también es una competición.
En Río el carnaval se vive con anticipación, es un tópico que se demuestra en el sambódromo, los cientos de bailarines no desfilan, simplemente hacen su puesta a punto para su presentación en unos días. En eso se afanan también albañiles y limpiadores.
Por los pelos se han terminados las obras de ampliación del templo del carnaval que también será escenario del maratón en los juegos olímpicos de 2016.