Inteligencia artificial
Cada vez más voces alertan de los peligros de la Inteligencia Artificial. El último ha sido Sam Altman, CEO de OpenAI, la empresa que está detrás de ChatGPT.
Sin miedo a reconocer los riesgos, pero convencido de los beneficios de la inteligencia artificial, Sam Altman ha comparecido ante un comité sobre privacidad y tecnología del Senado de EEUU para poner voz a la necesidad de regular este sector.
"Creemos que los beneficios de las herramientas que hemos implementado hasta ahora superan ampliamente los riesgos, pero garantizar su seguridad es vital para nuestro trabajo", expuso Altman.
Además, imploró en la necesidad de regulación: "Creemos que la intervención reguladora de los gobiernos será fundamental para mitigar los riesgos de modelos cada vez más potentes". Llegó a plantear que "el gobierno de EE.UU. debería considerar una combinación de requisitos de licencia o registro para el desarrollo y lanzamiento de modelos de IA por encima de un umbral crucial de capacidades, junto con incentivos para el pleno cumplimiento de estos requisitos".
Estas normas son con las que tratará de frenar uno de sus temores. "Mi peor temor es que causemos un daño significativo al mundo" dijo Altman. Que siguió dando argumentos a su petición de regulación diciendo: "Creo que si esta tecnología sale mal, puede salir bastante mal. Y queremos expresarnos al respecto" por lo que añadió: "Queremos trabajar con el gobierno para evitar que eso suceda".
Sam Altman es el CEO de OpenAI, la empresa emergente de ChatGPT, y a sus 38 años no le tembló la voz al reconocer su "nerviosismo" ante el alcance que la inteligencia artificial puede tener en un contexto electoral como el que tendrá cabida en 2024. Altman reconoció que la posibilidad de que la IA se emplee para manipular a los votantes y desinformar es una de "mis áreas de mayor preocupación", porque "vamos a enfrentarnos a unas elecciones el año que viene y estos modelos son cada vez mejores".
Creo que si esta tecnología sale mal, puede salir bastante mal
La audiencia la abrió el senador Richard Blumenthal poniendo una grabación falsa de su propia voz en la que se exponían algunos riesgos de la AI y aunque afirmó que en ese caso ChatGPT reflejaba su puntos de vista de la misma forma podría haber reproducido "un respaldo a la rendición de Ucrania o al liderazgo de Vladimir Putin", algo que añade, "habría sido realmente aterrador".
Además Blumenthal puso sobre la mesa "errores del pasado" para intentar no caer en ellos de nuevo. "Necesitamos maximizar lo bueno sobre lo malo. El Congreso tiene una opción ahora. Tuvimos la misma opción cuando nos enfrentamos a las redes sociales. No pudimos aprovechar ese momento". Altman recogió el guante para establecer diferencias con las redes sociales: "Necesitamos trabajar juntos para encontrar un enfoque totalmente nuevo".
El consenso para definir una regulación en materia de inteligencia artificial, de momento, parece lejano en Estados Unidos. Sin embargo, la UE se presenta como pionera en este campo porque hasta la fecha ningún estado tiene una legislación vigente.
Esta norma lleva tiempo en proceso y su objetivo es tener una regulación clara de las aplicaciones de inteligencia artificial, sin llegar a cortar las posibilidades de los desarrolladores.