El trabajo lo terminará el Ejército
El ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, se ha pertrechado de un casco de obrero y una excavadora para dar el primer golpe para la demolición de una mansión construida por la familia Casamonica, la más famosa de la mafia de la región de Roma.
Salvini, líder del partido Liga Norte, se ha subido a la excavadora y ha movido la pala hasta derribar una pequeña porción del tejado del edificio. El trabajo lo terminará el Ejército.
En la última semana han sido incautadas ocho propiedades de la familia Casamonica y Salvini ha prometido ante la prensa que seguirá con la persecución "barrio a barrio, calle a calle, casa por casa y tienda por tienda".
La mansión será reconvertida en un parque infantil, ha asegurado Salvini, que ha publicitado la acción con varias fotografías y un vídeo en sus cuentas de Twitter y Facebook. La respuesta no se ha hecho esperar con simpatizantes que le han calificado de "capitán", "mito", "grande", "sheriff" o "salvador de Italia". "¡Destruye todo!", "¡Estamos orgullosos de ti!", insisten otros usuarios, mientras que en otros mensajes critican a la familia Casamonica, "gitanos de m...", "basta de gitanos y negros" o "primero los italianos puros".
El pasado mes de julio 33 miembros del grupo Casamonica fueron detenidos en lujosas mansiones llenas de mármoles, espejos, muebles extravagantes y esculturas de animales.