Estados Unidos
Un hombre que había robado varios coches trata de huir de la policía, en un momento dado llega a perder una de las llantas del vehículo. El despliegue policial es enorme y aún así consigue esquivar a los agentes una y otra vez.
No sabemos si tenían palomitas pero los espectadores de un canal de California (Estados Unidos) pudieron asistir a una sesión de cine improvisada a través de la retransmisión en directo de una increíble persecución policial.
En el vídeo se puede asistir a una retransmisión en directo de una salvaje persecución policial ocurrida en California. El hombre que conduce un vehículo blanco intenta escapar de la policía después de, presuntamente, robar varios coches. Con mucha habilidad al volante y a gran velocidad huye de varios vehículos policiales. Se adhiere a una nueva carretera y el resto de conductores se pegan a los laterales para evitar impactar contra él. Todo el suceso es retransmitido en televisión, los espectadores ven todos los detalles, incluso las chispas que salen de una de las llantas del vehículo en su intento de huida.
Finalmente el conductor pierde velocidad y un vehículo policial es capaz de acorralarlo en una gasolinera. Varios agentes se acercan y consiguen sacarlo del coche. El hombre es esposado y detenido.
Las persecuciones policiales que vemos muchas veces en las películas acaban siendo superadas en la realidad. El pasado mes de julio algunos conductores asistieron a escenas estrambóticas en la carretera con un conductor circulando en dirección contraria por la carretera con un camión robado, chocando con algunos coches que se encontraba a su paso como si del pinball se tratara, y no deteniéndose mientras era perseguido por las autoridades. Esto tuvo lugar en Los Angeles y comenzó cuando el señalado individuo robó un camión de reparto, y empezó a ser perseguido por las autoridades. No se detuvo ante nada ni ante nadie, circulando a toda velocidad, en dirección contraria, e incluso pasando por encima de las aceras y llevándose por delante varios coches para evitar que la Policía le cazara. Su estrategia no fue otra que sembrar el caos allá por donde circulaba.