TRAS SER CONDENADO A CADENA PERPETUA
El estado de salud del expresidente egipcio Hosni Mubarak ha sufrido en los últimos días un claro empeoramiento, hasta el punto de que ha tenido que ser reanimado en dos ocasiones con un desfibrilador, según ha informado a la cadena de televisión pública británica BBC una responsable del Ministerio del Interior de Egipto.
Según fuentes de los servicios de seguridad egipcios, el expresidente egipcio tuvo que ser conectado a un respirador artificial hasta en cinco ocasiones en un mismo día la semana pasada.
Mubarak, de 84 años de edad, fue condenado el pasado 2 de junio a cadena perpetua por la muerte de miles de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad del régimen en la ola de protestas que culminó con su renuncia como jefe del Estado el 11 de febrero de 2011.
La familia del expresidente le está presionando para que abandone la prisión de El Cairo en la que permanece encarcelado y acepte ser trasladado al hospital militar en el que había estado ingresado antes del juicio que ha terminado con su primera condena.
El general de Brigada Ayman Hilmi, destinado en el Ministerio del Interior egipcio, ha indicado que el expresidente egipcio también padece problemas de tipo psicológico. Las autoridades de la prisión de Tora han explicado a las agencias de noticias egipcias que Mubarak ha tenido que ser reanimado en dos ocasiones en los últimos días con un desfibrilador, aunque no han aclarado si ha sufrido algún ataque cardíaco.
Sin embargo, el corresponsal de la BBC en El Cairo, Jon Leyne, ha encuadrado la noticia del empeoramiento de la salud del expresidente en un intento del propio Mubarak y su familia para conseguir su traslado desde la prisión de Tora al cómodo hospital militar en el que había permanecido hasta su encarcelamiento.