cocodrilos
El incidente ocurrió en Mango Creek, una zona donde abundan los cocodrilos, la semana pasada.
Las autoridades australianas han confirmado este miércoles el sacrificio del cocodrilo que fue responsable de la muerte de una niña de 12 años. Esta fue sorprendida por el animal mientras nadaba en un riachuelo de una comunidad aborigen del norte del país. El trágico incidente tuvo lugar la semana pasada en Mango Creek, un área comúnmente conocida en la zona por estar infestada de cocodrilosde estuario.
El reptil, de 4.2 metros de longitud, fue abatido el pasado domingo por los guardabosques, con el consentimiento de la comunidad aborigen Palumpa (Nganmarriyanga), los cuales son los dueños del terreno. La Policía del Territorio Norte emitió un comunicado en el que se confirmaba que el cadáver del reptil fue encontrado mientras flotaba, y que, además, se trataba del mismo animal que había atacado a la menor unos días antes, en concreto el martes de la semana pasada.
Erica Gibson, la sargento mayor de la Policía del Territorio Norte, expresó que la familia de la niña ha pedido privacidad durante su duelo. En la cultura aborigen, es tabú mencionar el nombre del fallecido, ya que se cree que llamar su nombre puede atraer su espíritu de vuelta a la tierra.
Los cocodrilos de estuario (Crocodylus porosus), como ocurre también con los tiburones, son conocidos por sus esporádicos y a veces mortales ataques a humanos. Estos reptiles pueden llegar a medir hasta seis metros y son particularmente abundantes en la región tropical del norte de Australia. En 1971, fueron declarados una especie protegida cuando su población se redujo a unos 3.000 ejemplares debido a la caza indiscriminada. Gracias a las medidas de protección que se implementaron, la población de cocodrilos de estuario en el Territorio Norte ha aumentado hasta alcanzar aproximadamente los 100.000 ejemplares en la actualidad.
Este ataque donde resultó la muerte de la niña, subraya el peligro que estos animales representan en ciertas áreas del norte de Australia. Los residentes y visitantes de estas regiones son constantemente advertidos sobre los riesgos de nadar en ríos y arroyos infestados de cocodrilos. A pesar de las precauciones, los encuentros fatales con cocodrilos siguen ocurriendo.
Este incidente también señala la importancia de la colaboración que existe entre las comunidades aborígenes y las autoridades para manejar los conflictos entre humanos y fauna salvaje. La decisión de sacrificar al cocodrilo fue tomada en consulta con la comunidad de Palumpa, lo que muestra un respeto mutuo por las tradiciones culturales y la necesidad de seguridad pública.
El Territorio Norte de Australia es conocido por su amplia y rica biodiversidad, además de por sus vastas áreas salvajes, que incluyen hábitats ideales para cocodrilos de estuario. Estos reptiles son una parte fundamental del ecosistema, pero su coexistencia con las poblaciones humanas presenta desafíos significativos. Las autoridades trabajan para encontrar un equilibrio entre la conservación de la especie y la protección de los humanos.
Esta tragedia es un recordatorio de los peligros que los cocodrilos de estuario pueden representar. La acción rápida y decisiva de las autoridades y de las comunidades locales para sacrificar al cocodrilo responsable es una de las maneras que existen para prevenir futuros incidentes y asegurar la seguridad de la población.
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