EN Washington
Un oso negro cachorro ha sido asesinado por funcionarios de la vida silvestre porque se estaba volviendo demasiado cariñoso con los humanos.
Cada vez era más frecuente que los viajeros que pasaban por el parque Scoggins Valley, en Washington, se encontraban con un osito macho y le daban de comer.
Hace unos días la Oficina del Sheriff del Condado de Washington y el Departamento de Pesca de Oregón recibieron dos llamadas que informaban de que el oso había entrado en contacto con grupos de gente reunidos en el lago Henry Hagg. Conscientes del peligro que incluso un oso joven puede representar para los humanos, las autoridades enviaron un mensaje de advertencia al público, instando a las personas a que no se dejen engañar de su aspecto dulce ni a posarse para hacer selfies con él, como hicieron muchas personas.
Los biólogos Kurt License y Doug Kitchen fueron enviados al lugar para atrapar al oso. Le encontraron comiendo maíz quebrado y semillas de girasol dejadas por los visitantes del parque.
El animal se negó a huir cuando los dos hombres se acercaron. "Este es un ejemplo clásico de por qué imploramos al público que no alimenten osos. Nunca es una buena idea alimentar a los animales salvajes. Son perfectamente capaces de valerse por sí mismos, y siempre es mejor dejarlos solos y disfrutarlos desde una distancia segura", explican en unas declaraciones recogidas por 'Mirror'.
Ante esta situación, se tomó la decisión de disparar al oso que murió a causa de sus heridas. El diputado Brian van Kleef de la oficina del sheriff del condado de Washington dijo: "Estamos tristes porque terminó de esta manera".