Tensión en Rusia
El debate sobre la vacuna rusa del coronavirus se produce justo después de la sucesión de desplantes que sufrió el pasado viernes el jefe de la diplomacia europea en Moscú. Como consecuencia, Josep Borrel ve inevitable un endurecimiento de las sanciones contra Rusia. Su intento de tender puentes con el régimen de Vladimir Putin fue un completo fracaso, en plena tormenta por el caso Navalni.
Borrell se lamenta de que Rusia se ha negado a tener un diálogo más constructivo con la Unión Europea y Bruselas reconoce que el viaje era delicado. La tensión sigue en aumento y tres países europeos han expulsado ya a funcionarios rusos, después de que Putin expulsara a funcionarios europeos.
La Comisión Europea ha cerrado filas este lunes con la visita a Rusia del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, al asegurar que era un viaje "necesario", en el que el jefe de la diplomacia europea transmitió un mensaje claro a las autoridades rusas sobre la puesta en libertad del opositor Alexei Navalni y de los manifestantes detenidos.
El portavoz principal de la Comisión, Eric Mamer, ha indicado que la presidenta del Ejecutivo europeo, Ursula von der Leyen, mantuvo contacto en todo momento con Borrell y avaló la visita. "De una forma natural respaldó su viaje, que es verdad que era muy sensible. Hemos visto sin duda el efecto del viaje. Ahora el Colegio de comisarios tiene que oír la opinión de Borrell y extraer lecciones", ha apuntado.
La visita, considerada de alto voltaje, generó el rechazo de los países del este y los bálticos, al coincidir con una oleada de represión y el encarcelamiento de Navalni. En todo caso, Mamer ha defendido que el viaje era "complicado", pero "necesario" y que ha servido para debatir el futuro de las relaciones con Rusia en un "momento complejo".
La jornada del viernes se convirtió en una sucesión de encontronazos entre Bruselas y Moscú, que culminaron con la expulsión de tres diplomáticos europeos en plena reunión entre Borrell y el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
Antes, Borrell tuvo que afrontar una rueda de prensa plagada de preguntas sin relación con la visita, como el estado de las relaciones con Cuba o el desarrollo de la vacuna Sputnik V, con las que Lavrov pudo desviar el foco. Además, el ministro ruso lanzó ataques contra la UE y comparó la situación de Navalni con la de los presos independentistas catalanes.
Tal fue el desencuentro, que el Alto Representante publicó su propia versión del viaje en su blog personal. A su llegada a Bruselas el domingo, Borrell apuntó que la visita ha confirmado que Europa y Rusia "están alejándose poco a poco" y lamentó que Rusia está "desconectándose progresivamente" de la UE y percibe los valores democráticos "como una amenaza existencial".
Sobre los ataques vertidos por Lavrov, el portavoz de Borrell ha contestado que "no es nada nuevo". "Es lo que las autoridades rusas suelen decir, señalan sus impresiones sobre lo que hace la UE, pero también desinformación, es parte de su repertorio", ha afeado