Guerra Rusia y Ucrania
Los ucranianos ganan terreno en Járkov y Rusia continúa con su ofensiva en el oeste en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Tras 78 días de guerra, Rusia ha reducido la presión sobre Járkov. Sin embargo, este movimiento respondería a las intenciones del Kremlin de centrar su ofensiva en la región del Donbás. La segunda ciudad más importante de Ucrania ha sido una de las más atacadas y bombardeadas por las tropas enviadas por Vladímir Putin.
Contraofensiva para liberar Járkov
Para combatir a los rusos, las fuerzas de Ucrania han puesto en marcha una contraofensiva que ha empujado a los soldados rusos hacia la frontera. Este último movimiento ha supuesto la liberación de algunas aldeas de Járkov como Cherkaski Tyshky, Ruski Tyshki, Borshchova y Slobozhanske, asentamientos situados al norte.
"El Ejército de Ucrania continuó su avance al nordeste de Járkov. La contraofensiva ucraniana hacia el norte de Járkov obligó a las tropas rusas a pasar a la defensa y redujo la presión de la artillería sobre la ciudad", ha explicado el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
Los últimos de Azovstal
En Mariúpol la situación es muy distinta. Allí, soldados y civiles ucranianos luchan por su vida. Lo hacen mientras continúan atrincherados en la acería Azovstal y en condiciones insalubres. Hoy, familiares y vecinos de la ciudad portuaria han pedido ayuda al magnate Elon Musk para que intervenga para salvarlos.
Diálogo sin ultimátum
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha dicho que estaría dispuesto a hablar con su homólogo ruso "pero sin ultimátum". En este sentido, ha afirmado que las negociaciones y el alto el fuego se complica porque "todos los días los rusos ocupan pueblos, mucha gente ha dejado sus casas, ha sido asesinada por los rusos. Queremos que entiendan que nuestra sociedad es muy pacífica, desde hace ocho años intentamos dialogar", ha afirmado el dirigente.
Entre tanto, el Gobierno de Zelenski continúa con su objetivo de golpear la economía rusa. Por ello, la Rada Suprema del país ha dado luz verde a un nuevo paquete de sanciones con la incautación de los activos de la filial del principal banco ruso, Sberbank.