Ucrania
Los ataques rusos llegan hasta la capital, Kiev, y provocan la muerte de siete civiles y dejan más de 60 heridos en un conjunto de ataques aéreos ejecutados al mismo tiempo.
El Ejército ruso ha bombardeado este martes tres ciudades de Ucrania y ha provocado la muerte de siete civiles y más de 60 heridos. Este ataque podría tratarse de uno más. Sin embargo, la cantidad de cohetes utilizados y la táctica que se ha seguido para ejecutar su lanzamiento apuntan a una nueva estrategia adoptada por los del Kremlin.
En total, han sido 41 los cohetes lanzados, siguiendo una combinación de misiles de crucero y balísticos que han sido disparados en una misma operación desde cinco provincias rusas diferentes.
El Ejército ruso ha ido acumulando desde el pasado verano un vasto arsenal de drones bomba y misiles que está utilizando en estos nuevos ataques estratégicos aprovechando la retaguardia de Ucrania. El resultado ha quedado demostrado: la Fuerza Aérea Ucrania ha derribado 21 de los 41 cohetes disparados, muchos de ellos, los que iban dirigidos a Kiev.
La cifra de proyectiles interceptados ha sido la mitad, en comparación con el casi 80% de efectividad que Ucrania conseguía de media en 2023.
La principal diferencia localizada de la nueva táctica del ejército de Putin radica en que durante los meses anteriores, los cohetes llegaban en olas espaciadas; sin embargo, este último ataque ha sido casi simultáneo, según ha explicado en el informativo estatal Mijaílo Shamanov, portavoz de la administración militar de la provincia de Kiev.
La OTAN ha firmado este martes contratos por valor de 1.100 millones de euros para comprar unos 220.000 proyectiles de calibre 155mm y reponer las reservas agotadas por la ayuda a Ucrania. "La guerra de Rusia en Ucrania se ha convertido en una batalla por la munición, así que es importante que los aliados rellenen sus reservas conforme continuamos apoyando a Ucrania", afirmó el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.
Mientras, Estados Unidos y Europa elevan su preocupación. Dicen temer que las municiones proporcionadas a Rusia por Corea del Norte puedan resultar importantes en el campo de batalla en un momento de gran vulnerabilidad para Ucrania. En Corea del Sur, los analistas dicen que la guerra de Ucrania le está dando a Corea del Norte algo que necesita desesperadamente: un campo de pruebas para ver cómo su nuevo arsenal de misiles, se comporta frente a las defensas aéreas diseñadas por Occidente.