Guerra Ucrania Rusia
El asedio a la planta de acero de Mariúpol vive horas críticas: "Estamos listos para responder", avisa un soldado ruso.
Han pasado 71 días desde el inicio de la invasión y Rusia centra sus combates en el este de Ucrania. También intensifica sus bombardeos en otras zonas del país para impedir el abastecimiento de armas y combustible de las tropas ucranianas. El asedio a la planta de acero de Mariúpol vive horas críticas.
Moscú lo niega, pero las imágenes lo atestiguan. El Ejército ucraniano denuncia intensos combates sobre Azovstal: "Una vez más los rusos no han permitido el rescate de los civiles que continúan escondidos en los sótanos de la planta", explica Sviatoslav Palamar, del regimiento Azov.
Y, junto a ellos, los combatientes heridos que agonizan sin atención médica: "Pido ayuda al presidente para sacar los soldados que sufren dolores terribles y que no tienen los tratamientos adecuados", señala el propio Palamar.
Toda la zona está minada y los soldados rusos tienen orden de disparar: "Si hay cualquier movimiento fuera, ya sea de día o de noche, estamos listos para responder", explica un militar ruso.
Ataque a zona residencial de Kramatorsk
En Mariúpol y el resto de Ucrania. Los ataques se recrudecen en el Donbás. La inteligencia británica advierte: Moscú busca neutralizar la capacidad de Kiev para reabastecerse y de ahí los ataques a objetivos no militares como una zona residencial en Kramatorsk.
El presidente Volodímir Zelenski lanza ahora una nueva plataforma para recaudar fondos: "Dona para proteger, dona para salvar, dona para reconstruir". Pide dinero para seguir luchando 71 días después del inicio de la invasión.