Europa del Este
Reino Unido ha obtenido la promesa de Rusia de no invadir Ucrania. Pese a ello, la diplomacia británica pide más hechos y menos palabras.
El despliegue militar que mantiene Rusia en la frontera con Ucrania continúa inquietando a los países aliados. La OTAN ya ha advertido de que hay "riesgo real" de guerra en Ucrania, e insta a todos los países miembros a buscar medidas para evitar que la situación siga yendo a peor, puesto que la diplomacia no está surtiendo el efecto esperado.
Este mismo viernes, Rusia ha dado su palabra a Reino Unido de que no tiene en mente atacar a Ucrania, y que no protagonizará ninguna invasión sobre el país vecino. Las declaraciones del Ministerio de Defensa ruso han supuesto un aliciente para mantener la esperanza de que no haya guerra, aunque se pide que haya muestras de que tales palabras son ciertas.
Así lo ha dicho el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, tras la reunión mantenida en Moscú con su homólogo ruso, Serguéi Shoigú. "Cuando ellos me dicen que no van a invadir Ucrania lo tomamos en serio, pero también dije que estaremos atentos a las acciones que acompañan", ha asegurado Wallace, instando a Rusia a formalizar su promesa.
La frontera se blinda
El temor a un ataque ruso ha sido crucial para que Ucrania empiece a instruir militarmente a los más jóvenes, desde enseñarles cómo manejar un fusil hasta dónde deben ir en caso de que la guerra estalle. Europa no conoce la guerra desde el conflicto de Yugoslavia, que terminó en 2001 de forma bélica y con su reconversión en Serbia y Montenegro en febrero de 2003.
19 años después, el sueño de Vladimir Putin de reconstruir la antigua Unión Soviética pone en jaque toda esa paz vivida a lo largo del siglo XXI. Putin tiene como aliados preferentes a dos antiguos estados soviéticos, Bielorrusia y Kazajistán, que no dudarían en ayudarle si fuera necesario. Bielorrusia, precisamente, tiene frontera con el norte de Ucrania.
Más allá de los países del este de Europa, la OTAN ha asegurado que no tiene en mente actuar sobre el terreno, como sí hizo en las guerras de Afganistán e Irak. Los países aliados siguen aportando su ayuda individual, tratan de buscar una solución que satisfaga a ambas partes por medio del diálogo y, sobre todo, intentan que la guerra no surja.