Guerra Rusia-Ucrania
La posición de Rusia sigue anteponiendo su creencia a ganar la batalla contra Ucrania, el expresidente ruso Medvédev expresó su confianza en la victoria de Rusia.
El conflicto bélico entre Ucrania y Rusia empezó hace un año, por ello el presidente de Ucrania Volodimir Zelenski ha hecho un balance de "un año de dolor, tristeza, fe y unidad". Mientras el líder ucraniano expresaba su dolor en su mensaje, desde Rusia se mantiene la tendencia a aumentar la fuerza sobre la invasión de Ucrania.
Rusia enmudece
Este aniversario se ha vivido prácticamente en silencio en Rusia. Solo el ha asegurado que su país ganará la guerra aunque para eso tengan que llegar hasta la frontera de Polonia.
"La operación especial ya lleva un año. Un año en que nuestros militares restablecen el orden, la paz y la justicia en nuestra tierra, protegen a nuestra gente y aniquilan las raíces de neonazismo", afirmó Dmitri Medvédev en su canal de Telegram en el aniversario del conflicto. "Alcanzaremos la victoria", insistió, al reconocer que "todos queremos que esto suceda lo antes posible. Y ese día llegará". Aunque, recalcó la notoriedad de "cumplir todos los objetivos de la operación militar especial", como denomina Rusia a la invasión de Ucrania.
"Alejar las amenazas de las fronteras de nuestro país lo más posible, incluso si se trata de las fronteras de Polonia", indicó, antes de señalar que esto será necesario "para que el mundo logre la tan esperada tranquilidad". Según el Medvédev, el avance de las tropas rusas obligará a los adversarios a entablar negociaciones "que serán difíciles y tensas". "Ante todo, porque los participantes formales de las negociaciones por la parte de nuestro enemigo son unos, y los jefes de hecho, totalmente otros. Y el régimen de Kyiv no tomará decisiones, ningún 'Zelenski', si todavía está vivo, ni su camarilla", aseveró.
La frontera de Polonia, el objetivo
Dmitri Medvédev es uno de los político rusos más belicistas de Rusia, sus declaraciones se unen a las de otros altos cargos rusos que aseguran estar dispuestos "a reducir Kyiv a cenizas, si eso es lo necesario para poder poner allí la bandera rusa". Mientras tanto, en la calles de Rusia, la población ha salido a la calle para protestar contra la guerra y que rápidamente han sido reprimidas por la policía. Los rusos conflictivos se enfrentan a condenas de hasta diez años de cárcel, ya que ese es el precio en Rusia por decir "no a la guerra".