Guerra Rusia Ucrania
El envío de misiles de alta precisión de Estados Unidos a Ucrania no ha sentado nada bien en el Kremlin, quienes aseguran que se trata de una "provocación" y una manera de "echar leña al fuego deliberadamente"
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden anunció hace dos días el envío desistemas de misiles avanzados a Ucrania para mejorar la precisión de los ataques. "He decidido que proporcionaremos a los ucranianos sistemas de misiles y municiones más avanzados que les permitirán atacar objetivos clave con mayor precisión en el campo de batalla". Según la fuente, el nuevo envío de armamento incluirá los denominados "High Mobility Artillery Rocket Systems" (HIMARS) Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, que permitirán ataques más precisos de objetivos desde una distancia mayor.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha explicado, en una rueda de prensa conjunta con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que Ucrania ha dado garantías de que los sistemas multicohete de largo alcance proporcionados por Washington no apuntarán hacia territorio ruso.
El Kremlin no ha tardado en responder a estas acciones mostrando su completa disconformidad. El Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov ha comentado que "lo que Kiev exige a sus patrocinadores occidentales traspasa todos los límites de la decencia y las relaciones diplomáticas. Y además es una provocación directa destinada a llevar a Occidente a la guerra".
Por otro lado, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov también ha querido mostrarse en contra de Estados Unidos y acrecentar la tensión entre ambos países. "Creemos que Estados Unidos está echando leña al fuego de forma deliberada. Estados Unidos se ciñe al argumento de combatir a Rusia hasta el último ucraniano"
Washington, por su parte asegura que esas armas no son para atacar a Rusia si no para contener su avance en el este de Ucrania.
Severodonetsk, bajo control ruso
El ejército de Kiev va ganando terreno en Jersón y Járkov, pero los rusos han tomado prácticamente ya el control de la ciudad de Severodonetsk, en la parte más oriental del país. "La situación no es fácil . Hay combates callejeros. El enemigo ha tomado el centro de la ciudad y todos los ciudadanos deberían abandonarla en la medida de lo posible", comenta el coronel Oleksandr Motuzyanyk, portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano.