LGTBI
Con este nuevo texto, las autoridades rusas pretenden endurecer aún más la ley aprobada por la Duma en 2013, criticada duramente por organizaciones en defensa de los Derechos Humanos.
Nuevo varapalo para el colectivo LGTBI. El parlamento ruso ha aprobado en la mañana de este jueves una reforma que pone en peligro los derechos del colectivo en el país.
Con los votos a favor de la mayoría de la Duma, la cámara ubicada en Moscú, Rusia ha dado luz verde a un proyecto que endurece aún más la propaganda LGTBI. A partir de ahora se penalizará la defensa de cualquier tipo de relación, ya sea sentimental o sexual, entre dos personas del mismo sexo. Hasta ahora estaba prohibido solo en menores de edad, pero, con esta reforma, será ilegal hacerlo ante cualquier grupo de edad. Asimismo, se limitará la información que reniegue de los "valores familiares tradicionales", poniendo así en peligro los derechos del colectivo LGTBI.
Esta reforma cambia así los criterios de la ley aprobada por Moscú en el año 2013, que ya fue denunciada por las organizaciones nacionales e internacionales de los Derechos Humanos. Ahora, estas organizaciones denuncian este retroceso aún mayor de derechos, ponen de nuevo sobre la mesa la política represiva de Putin y alertan del refuerzo de posiciones conservadoras en Rusia, aprovechando la guerra en Ucrania, iniciada el pasado 14 de febrero.
El Gobierno podrá cerrar medios o expulsar a ciudadanos
El nuevo texto contempla también penas contra la información o divulgación de ideas que fomenten el cambio de sexo entre los jóvenes rusos o contra la propaganda de la pedofilia. De igual manera, queda recogido que el Gobierno de la nación tendrá potestad para cerrar medios de comunicación o páginas web y expulsar a ciudadanos extranjeros que incumplan la ley y defiendan, por ejemplo, el matrimonio homosexual.
Aunque su aprobación no es definitiva, no se esperan sorpresas en su trámite parlamentario. Ahora, el texto debe completar la tramitación en la Cámara Baja, antes de pasar al Consejo de la Federación, conocido como Senado en España, y a la mesa del presidente. A Vladimir Putin, corresponderá la promulgación definitiva del proyecto.