SU PRIMERA APARICIÓN PÚBLICA TRAS SER APARTADA DEL CARGO
La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, en su primera aparición pública desde que fue separada del cargo hace una semana para enfrentar en el Senado un juicio político, ha hecho énfasis en que el Gobierno del presidente interino, Michel Temer, es "provisional" e "ilegítimo".
"El carácter provisional (de Temer) es importantísimo. El proceso es un golpe. Es provisional, porque es ilegítimo, porque no es producto de la elección directa, no es producto del deseo popular", señaló Rousseff durante un encuentro con blogueros y los llamados 'activistas digitales'.
La mandataria, que el pasado 12 de mayo fue separada del cargo por determinación del Senado, señaló que el "pueblo" que votó por ella "no quería este programa de Gobierno que está siendo implantado. Es un retroceso", porque "no tiene legitimidad en las urnas".
Criticó, además, que "este Gobierno está batiendo el récord de desmentidos. Un día dice una cosa y al día siguiente desmiente lo que dijeron. Pero dejan la sospecha de que aquello que desmintieron es en lo que realmente creen", refiriéndose a la cobertura del sistema público de salud y de los programas sociales.
Poco antes del encuentro, Rousseff fue arropada por activistas que se congregaron en una plaza pública de su natal Belo Horizonte y a los que les pidió resistencia para evitar que la democracia "sea herida". Horas antes de encabezar la protesta, Rousseff utilizó las redes sociales para denunciar que la reforma que propone Temer "desmontará" y provocará un "daño enorme" en el sistema de pensiones.
"Ellos hicieron un daño enorme en el sistema, acabaron con el Ministerio de Previdencia. Eso es absurdo. Es un patrimonio de los trabajadores brasileños, un patrimonio de la sociedad", afirmó.