EEUU | PRIMARIAS REPUBLICANAS
El gran derrotado en estos comicios es Rick Santorum, quien tras haber quedado en un sorprendente segundo puesto en Iowa a tan sólo ocho votos de Romney, se desinfla al recibir apenas un 10 por ciento de los sufragios en este estado. Con el 50 por ciento de los votos escrutados, Romney recibía en torno al 37,3 por ciento de los votos, a una gran distancia de su inmediato perseguidor, el congresista Ron Paul, el gran ídolo de la corriente libertaria republicana, que recibía el 23,4 por ciento de los sufragios.
El ex gobernador de Utah Jon Huntsman, con el 17,3 por ciento de los votos, quedaba en tercer lugar, un puesto que le permite continuar en la carrera en la próxima cita electoral -Carolina del Sur el día 21- pero que, al menos en principio, no le dará el impulso que necesitaba para abandonar el último puesto en las encuestas de ámbito nacional. Muy rezagados se encuentran el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, con el 10 por ciento, y Santorum.
El gobernador de Texas, Rick Perry, que ya quedó penúltimo en la primera cita electoral, los caucus de Iowa la semana pasada, y había renunciado prácticamente a hacer campaña en Nuevo Hampshire, queda en último lugar al recibir apenas el 0,7 por ciento. Un exultante Romney saludó a sus simpatizantes en el estado tras su triunfo con un "esta noche hemos hecho historia", al cosechar una rotunda victoria después del triunfo "in extremis" y por sólo ocho votos en Iowa. El ex gobernador, que hace cuatro años fue derrotado en este estado a manos de John McCain en un golpe mortal a sus aspiraciones presidenciales entonces, optó en su discurso de triunfo por arremeter contra el presidente Barack Obama, como si fuera ya su contrincante para las elecciones de noviembre.
Romney criticó que Obama tome como referencia el "modelo de bienestar" europeo y aseguró que, por el contrario, él volverá al modelo de convertir EEUU en una "próspera tierra de oportunidades". "Obama se fija en las capitales europeas, nosotros nos inspiramos en las ciudades y pueblos" estadounidenses, dijo el candidato, que en un ataque de patriotismo enfatizó que en tiempos difíciles no se pueden olvidar los valores principales de una nación creada "bajo Dios". Paul aseguró que, al obtener el segundo puesto, tras el tercero en Iowa, se ha abierto el camino hacia "una revolución electoral para reinstaurar la libertad". Y Huntsman, cuya viabilidad pendía de su resultado en Nuevo Hampshire, compareció ante sus partidarios con el anuncio de que "seguimos hacia Carolina del Sur".
Con su triunfo de hoy, Romney se convierte en el primer candidato republicano en los últimos tiempos en ganar tanto en Iowa como en Nuevo Hampshire y se consolida como el gran favorito para hacerse con la candidatura de su partido y batirse con Obama en noviembre. Pero su triunfo es menos contundente que el de McCain hace cuatro años, con un 3 por ciento menos de margen, y tiene que vérselas ahora con el resto de sus rivales republicanos en un estado que, a priori, le será menos favorable.
Si en Nuevo Hampshire prácticamente jugaba "en casa", al ser un estado vecino de su Massachusetts, Carolina del Sur es un estado del sur mucho más tradicionalista, donde las propuestas conservadoras de aspirantes como Perry o Santorum pueden encontrar terreno más fértil y Romney, pese a que las encuestas le conceden la ventaja, no termina de entusiasmar a los votantes. Las encuestas también le favorecen en Florida, el primer estado de amplia población hispana que acudirá a las urnas en esta temporada de primarias.
En la cita de hoy, la segunda del calendario electoral estadounidense, los aspirantes republicanos se disputan doce delegados a la convención que se celebrará en Florida el próximo agosto y que será la que nombre oficialmente al candidato republicano para las elecciones presidenciales de noviembre. El candidato republicano tendrá que enfrentarse entonces con el presidente Barack Obama, que no cuenta con oposición en su partido, el Demócrata.