EN BIRMINGHAM
Un juez ha condenado a seis años de prisión a Kasim Khuram, un joven de 23 años que entró a una funeraria para robar y terminó abusando sexualmente de una fallecida. Al parecer, el acusado estaba bajo los efectos de las drogas y el alcohol cuando obligó a abrir el local de funeraria y levantó las tapas de varios ataúdes para robar joyas.
Según publica Independent el juez consideró que las ofensas "atacan toda sensibilidad humana". A la familia de la víctima de la que abusó sexualmente "le ha causado un daño inconmensurable". Un psiquiatra apuntó que estaba sufriendo de una psicosis inducida por drogas en el momento de la ofensa.
La sentencia también incluye estar reconocido como delincuente sexual durante 10 años.