SE LE RELACIONA CON RUSIA
El exdirector ejecutivo de la petrolera Exxon Mobile Rex Tillerson fue confirmado por el Senado estadounidense como próximo secretario de Estado en el Gobierno de Donald Trump, sorteando así las suspicacias que había levantado por sus vínculos con la Rusia de Vládimir Putin.
No obstante, será el secretario de Estado confirmado con más votos en contra de la historia de Estados Unidos, cosechando casi todos los noes de la bancada demócrata, y siendo uno de los más inexpertos en la arena política.
Tillerson, de 64 años, tomará las riendas de la diplomacia estadounidense en unos momentos delicados para el país, después de la brecha abierta con México tras la confirmación de la construcción del muro en la frontera, las suspicacias que ha levantado Trump en la Unión Europea y la difícil situación en Oriente Medio.
Con 56 votos a favor y 43 en contra, Tillerson logró el consentimiento de la Cámara Alta, después de salir airoso en el voto previo del Comité de Relaciones Exteriores, donde sus vínculos con Rusia le pusieron en aprietos.
En esa comisión, los senadores republicanos John McCain, Lindsay Graham y Marco Rubio expresaron sus preocupaciones sobre las posturas de Trump hacia Moscú y las comprobadas relaciones del exdirector ejecutivo de Exxon Mobile con el Kremlin, pero finalmente apoyaron su candidatura.
Graham calificó como "desconcertante" el hecho de que Putin otorgase a Tillerson la Orden de la Amistad del Kremlin en 2013, mientras que el senador John McCain aseguró, en alusión al empresario, que no entendía "cómo alguien podría ser amigo de un antiguo agente de la KGB", refiriéndose al mandatario ruso, Vladimir Putin.
Pese a las afirmaciones de Trump abriendo la puerta a unas mejores relaciones con Rusia, Tillerson sorprendió durante su audiencia de confirmación en el Senado a quienes esperaban de él alabanzas para Moscú, y optó por cambiar el tono y no calentar los ánimos entre unos senadores alarmados por la presunta interferencia rusa en los comicios estadounidenses de noviembre pasado.
"Aunque Rusia busca respeto y relevancia en el escenario mundial, sus recientes actividades no han respetado los intereses de Estados Unidos", afirmó Tillerson al comienzo de una comparecencia de más de ocho horas en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
El ex ejecutivo petrolero no solo tendrá que lidiar con la crisis creada por la construcción del muro con el vecino México, uno de los socios comerciales más importantes para Estados Unidos, sino que también tendrá que tratar, entre otras cosas, con los socios de la cuenca pacífica a los que ha dejado de lado saliéndose del tratado comercial del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).