Riada Italia
Ya son siete las víctimas mortales, entre ellas, un recién nacido. Los equipos de rescate han encontrado también el cuerpo de una niña de seis años y el de una anciana, entre otros.
Hoy luce el sol en Ischia, pero la isla aún sigue paralizada por la tormenta y el barro. Los vecinos que no han perdido sus hogares, comienzan a limpiar. A algunos la tromba de aguales sorprendió durmiendo. Les despertó el ruido y al salir cuentan que una cascada de agua y barro bajaba del monte. Al menos hay siete fallecidos, entre los que se encuentran un bebé recién nacido y una niña de seis años.
"Todo en el valle sigue enterrado", dice con tristeza Pascuale. A sus 83 años cuenta que ha vivido diez terremotos e inundaciones, pero que nadie ha hecho nunca nada por mejorar las cosas.
El barro atravesó parte de la zona norte de la isla, sepultándolo todo a su paso. Los bomberos encontraron cuatro cuerpos más enterrados, entre los que se encuentran el de una niña, una anciana y una mujer de 31 años. Los equipos de rescate continúan buscando a los desaparecidos, que ascienden a 5. Es la prioridad y, para ello, no solo excavan en el lodo, también se sumergen en el mar, por si los cuerpos han sido arrastrados por la riada. En la orilla hay decenas de coches y los efectivos todavía continúan sacando vehículos del fondo del mar.
"La culpa es de nuestros viejos políticos, que no hicieron trabajos de prevención en las montañas. Cortaron los árboles y esta es la consecuencia", asegura enfadado Ciro, otro vecino que ha evitado la catástrofe.
Mientras los equipos de rescate trabajan con helicópteros y perros de rescate para encontrar a los desaparecidos, hay 13 personas hospitalizadas y más 200 evacuados. La mitad de la isla tiene problemas de electricidad y de agua potable. El gobierno ha decretado el estado de emergencia y los ciudadanos siguen limpiando el barro que ha entrado en numerosas viviendas y en instalaciones como institutos.
Ayudas a cambio de la aprobación de un Plan Nacional
El Gobierno de Giorgia Meloni ha declarado el estado de emergencia en la isla y ha anunciado ayudas por dos millones de euros, pero ha dejado por escrito otro compromiso importante: aprobar en lo que queda de año el "Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático".
Se trata de un documento que establece de forma precisa las zonas más peligrosas de Italia desde este punto de vista pero que todavía no ha sido aprobado, a pesar de haber sido presentado en 2018 como una herramienta clave para evitar este tipo de tragedias. "No podremos hacer prevención sin previsión. Nuestro territorio padece la falta de planificación y los informes siguen en los cajones", ha lamentado el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci.