SU SALUD ESTÁ EN PELIGRO
Fiel hasta el final. Este perro de 13 años de edad llamado Ricky Bobby guardó durante meses la casa de su dueño que había fallecido hasta que, finalmente, fue rescatado. Ricky, según ha confirmado la protectora de animales, ha sobrevivido gracias a que los vecinos le dieron de comer hamburguesas y carne enlatada.
Cuando la protectora le rescató, debido a su insana dieta, pesaba más del doble de lo que debía pesar. Este acto de buena fe de los vecinos no le vino nada bien a Ricky pues ahora su salud corre gran peligro. La protectora, ante tal hecho, se ha visto obligada a tomar medidas drásticas con respecto a sus hábitos físicos y alimenticios.
El encargado de la perrera dice que Ricky no ha perdido las ganas de volver a pasear y hacer ejercicio: "Aunque está muy gordo y tiene mucha garsa, cada vez que salimos a pasear intenta correr". La protectora ha dicho que en cuanto pierda 20 kilos más (ahora pesa más de 50), se podrá dar en adopción.