LOS BOMBEROS LO ADOPTARON
Un perro, que permaneció diez días atrapado en un pozo de Turquía de 61 metros de profundidad y 30 centímetros de ancho, ha sido rescatado con vida. Sucedió en el barrio turco de Beykoz Dereski. Los bomberos recibieron un aviso alertando de que los vecinos de la zona habían escuchado un llano que provenía del pozo.
Una vez que se trasladaron allí, encontraron que en el pozo había un cachorro de tres meses, muy asustado y que no paraba de llorar.
La historia del animal, que pese a lo que se esperaba seguía con vida, se expandió rápidamente por las redes sociales y en seguida, trabajadores municipales y activistas por los derechos de los animales se acercaron hasta el lugar donde se encuentra el pozo para ofrecer ayuda para rescatar al animal. Pero la ayuda fue en vano, ya que el animal estaba en el fondo del pozo y llegar hasta allí era muy complicado.
Sin embargo, pese a las complicaciones, quienes se acercaron hasta allí no desistieron en sus esfuerzos por ayudar y sirviéndose de una cuerda, le dieron comida y agua al animal.
Durante diez días, los voluntarios ayudaron al animal, no solo dándole comida y agua, sino también tapando el pozo con una tienda de campaña para protegerle de la lluvia y del frío. Además, mediante una cámara con visión nocturna se aseguraban de que el cachorro continuaba con vida.
La situación del animal llamó la atención del ministro de Energía, Berat Albayrak, que pidió a una empresa que diseñara una herramienta para poder llevar a cabo el rescate. De esta manera, un grupo de estudiantes desarrolló un brazo robótico que podía introducirse hasta el fondo del pozo y coger al animal, según medios locales.
Una vez que logró salir con vida y tras ser examinado por un equipo de veterinarios, Kuyo, que así es como se llama el cachorro, fue adoptado por los bomberos de Beykoz.