EL PARTIDO SUFRE UNA GRAVE CRISIS INTERNA
El ex primer ministro de Italia, Matteo Renzi, parte como favorito sin discusión en las elecciones de este domingo para liderar el gobernante Partido Democrático a pesar de la erosión causada en la formación por el fracaso precisamente de Renzi a la hora de cumplir sus promesas durante su etapa como jefe del Ejecutivo italiano.
"Se le ha borrado el aura 'anti-establishment' de la que disfrutaba", ha sentenciado el experto político del instituto Teneo Intelligence, Wolfgango Piccoli. "Su credibilidad como reformista se ha visto mellada por sus rimbombantes promesas en contraste con las modestas reformas que ha acabado imponiendo", ha añadido.
Ello se ha traducido en un índice de aprobación del 25%, la mitad del porcentaje del que disfrutaba hace tres años, según una encuesta del instituto Ixe, la misma que pronostica su victoria en las primarias del domingo, en las que batirá cómodamente a sus dos rivales, el ministro de Justicia, Andrea Orlando, y el gobernador de Apulia, Michele Emiliano, con un 60% de votos a favor. Unos 45 puntos por delante de Orlando, 52 por delante de Emiliano.
Renzi todavía renquea de su dimisión en diciembre como primer ministro del país, tras el fracaso de un referéndum que impulsó para reformar la Constitución y simplificar el Legislativo, y que acabó convirtiéndose en un examen a su labor como primer ministro.
Ahora mismo su partido está por detrás del euroescéptico Movimiento Cinco Estrellas en las encuestas para las elecciones generales de 2018. Renzi podría hacer de la necesidad, virtud al emerger como símbolo de la unidad europea frente a la disociación que plantea Cinco Estrellas, ahora entre tres y ocho puntos por delante del Partido Democrático.
El partido se enfrenta no obstante a una fuerte crisis interna desde el pasado mes de febrero, cuando se declaró una división entre los leales a Renzi y los tradicionalistas de izquierda cuyas consecuencias se verán este domingo, donde se espera un índice de participación menor de los esperado por la falta de acuerdo entre ambas facciones para motivar a los 2,8 millones de simpatizantes que suelen acudir a estas votaciones.
"Me daría por contento con un millón de participantes", ha reconocido Renzi este miércoles en un debate previo en el que Emiliano apareció en silla de ruedas tras romperse el tendón de Aquiles mientras bailaba, una imagen que muchos analistas asociaron de manera divertida con el actual momento de parálisis del partido.