Reino Unido
El gobierno británico negará el asilo a los inmigrantes que crucen el Canal de la Mancha de forma irregular.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, anunció en la tarde del martes que los inmigrantes "ilegales" que lleguen al Reino Unido en patera no podrán optar a pedir asilo en el país y serán arrestados. "Vamos a detener a aquellos que lleguen aquí ilegalmente y les expulsaremos en cuestión de semanas, ya sea a su propio país, si es seguro, o a un tercer país seguro como Ruanda", dijo Sunak en una rueda de prensa para presentar la ley sobre inmigración que su gobierno ha comenzado a tramitar en el Parlamento. "Si usted llega aquí ilegalmente, no puede pedir asilo (...), no puede hacer reclamaciones espurias sobre derechos humanos y no puede quedarse", indicó el jefe del Gobierno británico.
Nueva ley migratoria
Por su parte, la ministra del Interior, Suella Braverman, ha presentado la nueva ley migratoria y reconoce que no puede estar segura de que sea compatible con la convención europea de derechos humanos. Este un controvertido proyecto de ley para endurecer la política migratoria, permitirá que un migrante sea detenido y expulsado a su país de origen, si es seguro, o a un tercer país en el caso de que no lo sea.
En su declaración ante la Cámara de los Comunes, la ministra señaló a quienes piden asilo como hombres albaneses menores de 40 años "suficientemente ricos para pagar a las bandas criminales" de traficantes de personas que organizan viajes al Reino Unido y que emplean las "generosas leyes de asilo en contra" de las autoridades británicas.
Según Braverman, siguiendo las leyes actuales, hasta "100 millones de personas" podrían tener derecho a pedir asilo en el Reino Unido -en 2022, hubo 74.751 peticiones de asilo en Reino Unido. En 2021 se aplicó una medida de inmigración por puntos para intentar atraer mano de obra.
¿Qué implica la propuesta?
La propuesta planteada este martes implica que cualquier persona que cruce el canal en bote u otra pequeña embarcación sin haber hecho los trámites no podrá solicitar el asilo y tendrá que ser deportada a su país de origen o a un país considerado "seguro".
Desde el año pasado, el Gobierno británico intenta Ruanda sea el país al que irán destinados los inmigrantes, aunque todavía no ha conseguido ponerlo en práctica. En diciembre, el alto tribunal británico declaró que la práctica es legal, pero las primeras deportaciones a este país han sido paralizadas por jueces que consideran que las autoridades británicas no tenían en cuenta las circunstancias de las personas implicadas. El Gobierno británico tiene escasas alternativas en caso de expulsión por la falta de acuerdos de retorno con otros países. Las excepciones a la expulsión serán para menores de 18 años, personas enfermas o que logren demostrar un daño inmediato e irremediable si son expulsadas del país británico.