NO REDUCEN LA PRESIÓN SOBRE EL RÉGIMEN
En una declaración parlamentaria por escrito, Hague señala que la legación diplomática fue cerrada ayer miércoles, pero aclaró que la decisión no reduce el compromiso de su país por mantener la presión sobre el régimen de Damasco para que ponga fin a la violencia. El Gobierno británico ha pedido reiteradamente al régimen sirio de Bachar al Asad que cese en la violencia contra civiles y le ha instado a que no asalte la ciudad asediada de Homs y permita la entrada de la ayuda humanitaria. Según precisó hoy el comunicado de William Hague, el embajador británico en Siria, Simon Collins, y su personal diplomático abandonaron Siria este miércoles y regresarán pronto al Reino Unido.
Ante esta situación, Hague pide a los británicos que aún permanecen en Siria y necesiten ayuda consular que se pongan en contacto con cualquiera de las otras embajadas de la Unión Europea (UE) que siguen abiertas en Damasco. Además, el ministro manifiesta el respaldo del Reino Unido a la misión de paz del ex secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan en calidad de enviado especial de la ONU y la Liga Árabe en Siria. "Vamos a trabajar con el Consejo Nacional Sirio para apoyar una oposición siria más unida y representativa, con la visión de una Siria pacífica, multiétnica y más democrática", subraya el jefe de la diplomacia británica.
Según Hague, el Reino Unido había mantenido abierta la embajada a pesar de la violencia a fin de conocer más de cerca la situación, pero se consideró que el deterioro de la seguridad en el país ponía "en peligro" al personal diplomático. Hague se declaró ayer "consternado" por las informaciones de que el régimen de Bachar al Asad prepara un asalto terrestre a gran escala contra la población de Homs. También hizo un llamamiento a las tropas del Ejército sirio para que dejen de atacar a sus conciudadanos y les advirtió de que, si no lo hacen, tendrán que rendir cuentas por sus acciones.
El Ejército sirio ha lanzado constantes bombardeos contra el bastión opositor de Baba Amro en la ciudad de Homs mientras Damasco rechaza la petición de la ONU de visitar el país para evaluar la situación de la población.